Sueño de niños
Hace unas semanas, se ponía en contacto conmigo un señor y me comentaba que tenia un hijo que le encantaba el fútbol pero que tenia un problema y que si podía ir a verlo jugar para asesorarle en cuanto al futuro del niño. Yo le pregunte de que se trataba mas o menos y el me decía que a su hijo le encantaba el fútbol pero que el veía que no tenia condiciones para llegar a ser futbolista, y que si podía enseñarle algunas cosas y habilidades para tener posibilidades de llegar a ser profesional. Yo le pregunte que cuantos años tenia el niño y me dijo que 9. Uff, pensé yo, que error por parte del padre, como puede pensar que su hijo no va a ser futbolista a esa edad si lo único que quiere el niño es divertirse y jugar con sus amigos. Ahí está el primer error, los padres. Porque le metemos esa presión, porque queremos vivir la infancia de nuestros hijos y meterle en la cabeza un pensamiento o un sueño frustrado o no de un adulto.
Tiene usted un problema señor le dije. Pero el problema es de usted, no su hijo.
Fui a ver al niño a su casa primero y me lleve una alegría inmensa. Vaya lección que me dió. Cuando me vio entrar se me abrazó emocionado diciéndome que yo era Paco Lobato el entrenador que me veía siempre en la tele en los torneos en Televisión con niños de su misma edad y se veía todos los partidos , que era un gran entrenador enseñando a los niños, que podía hacer para aprender a jugar al fútbol porque los niños del equipo le decían que era muy malo… Malo? Le dije yo. Tu eres un niño increíble que me has dado una alegría tan grande hoy como cuando ganaba títulos con el At. Madrid y ahora vamos a ir al entrenamiento y yo juego contigo a ver si ellos son mejores que yo. El niño salió por la puerta de su casa equipado y preparado con una confianza y una alegría tremenda y lo mas curioso es que su padre salió detrás nuestra con lágrimas en los ojos de la emoción y seguramente de darse cuenta del error que había cometido con su hijo. Por supuesto, que no jugué contra sus amigos porque no se trata de avergonzar a los otros niños para fortalecer a un compañero, pero les puedo asegurar que ese niño solo necesitaba confianza y libertad para ir a divertirse, no presión o el pensamiento negativo de un padre porque su hijo no sería Ronaldo o Messi. Al despedirme le di un abrazo enorme y le dije que era un niño buenísimo, que se divirtiera y que soñara con lo que quisiera, que ese sueño nadie se lo podía quitar, ni los comentarios de los compañeros. Segundo error , y mas grave, el pensamiento de los niños. Que si soy el mejor, que si tú no sabes jugar, que no te quiero en mi equipo. Por desgracia, son cosas que aprenden escuchando y que no las dicen con conciencia. Pero como yo le digo a los niños… Aquí están todos para aprender, de la misma manera, los buenos son los entrenadores o formadores que ellos son los que le van a enseñar, ya les tocará a ustedes cuando sean grandes, mientras a divertirse.
Por favor, a los padres y a la gente que suele ir a ver partidos del fútbol base: dejen que los niños se guíen por sus entrenadores al entrar al campo de fútbol y déjenlos que se diviertan. No rompamos sus sueños.